La Segunda Guerra Mundial tuvo un epílogo apocalíptico. El 6 de agosto de 1945 el bombardero norteamericano B-29 Enola Gay lanzó la primera bomba atómica sobre Hiroshima. Tres días más tarde, el B-29 Bock’s Car lanzaba un segundo artefacto nuclear sobre Nagasaki. La devastación de ambos ataques atómicos sobre estas ciudades japonesas fue absoluta, provocando unas 250.000 muertes y unas terribles consecuencias, por los efectos de la radiación nuclear, que durarían décadas. Tras estos dos bombardeos, Japón finalmente capitulaba ante los aliados. Para conmemorar el 70 aniversario de estos bombardeos atómicos, el XXI Salón del Manga de Barcelona le dedicará una exposición titulada Mangas nucleares y diversas actividades como conferencias, actividades para grupos escolares y proyecciones audiovisuales. El certamen tiene la colaboración del Hiroshima Peace Memorial Museum, un centro ubicado a unos metros del epicentro de donde impactó la bomba, que lleva décadas explicando las terribl