Siglo XVIII, España. En un monasterio es encontrado un bebé que con el paso de los años se convierte en predicador implacable que con mano dura acusa a los pecadores. Se considera puro y libre de toda tentación hasta que un misterioso novicio le cambiará de parecer.
A mi este tipo de películas no me van pero mi madre le apetecía verla así que...
No me voy a enrollar mucho: los actores están muy bien, sobretodo Vincent Cassel, que para eso es el protagonista y aguanta el peso de toda la película.
A veces se hace un poco pesada pero el final me gustó, por el mensaje que quiere transmitir.
Para ver una vez y no más.
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