Años 70, un grupo de chavales es testigo de un accidente de tren causando que este descarrile. Todo queda grabado en una cámara de vídeo. Después de eso, pasan cosas inexplicables en el pueblo y los únicos que tienen respuestas son ellos.
Le tenía muchas ganas a esta película desde que supe de ella y me fui con mi madre y mi amiga Sandra al cine.
Me decepcionó bastante. Me explico: empieza muy bien, dando tensión al asunto pero a medida que avanza la historia se convierte en sensiblera e infantil. Eso no debería ser malo si hubiera sido así desde el minuto uno, pero no. Te la presentan como una historia "dura", con desapariciones y misterio, enseñando lo justo (un poco de sangre) y dejando que el espectador se involucre pero eso se rompe con los problemas del chaval protagonista con su padre y su amiga con el suyo borracho. Para mi eso sobraba, yo quería saber más sobre "eso" pero llega un momento en que parece que J. J. Abrams se olvida de lo que realmente importa al espectador para rodar otra película.
Me esperaba mucho más, algo más parecido a Monstruoso.
El remate fue el final.
Los actores están correctos pero poco más.
Los efectos especiales están logrados.
No me gustó y a mi madre menos.
Frase célebre: "Qué malas son las drogas".
Comentarios
En Navidad va a mi videoteca :)