Christine Brown es demasiado blanda y buena para trabajar en un banco. Un día una anciana le pide un aplazamiento de su hipoteca pero Christine para demostrarle a su jefe que puede ser dura cuando se requiere, le contesta que es imposible. Ella decide vengarse ofreciéndole el alma de Christine al demonio Lamia. Tendrá solo tres dias para impedirlo.
¡Qué asco de vieja! ¡Por mi amigo Dios! Con esos diente podridos, esas uñas y el ojo con los colores tan raros por la enfermedad. ¡Puaj! La escena que más me gustó fue la del coche, donde pasa de todo, y la mencionada vieja me dió más de un susto. La escena de la sangre por la nariz me dió mucho asco, ya que a mi me sangra la nariz cuando le da la gana (ahora mismo no me acuerdo de como se llama la enfermedad y eso que me lo digo la doctora. Herencia de la familia paterna, ¡gracias abuela!) y gracia no me hizo ninguna. El personaje del novio es tonto e inútil a más no poder y lo del gato me dió mucha pena. Lo que sí me hizo mucha gracia fue la cabra parlante. Me gustó la película pero muy predecible (lo de la carta y el "obsequio" se veía venir a dos kilómetros). Está entretenida pero no dá miedo, sino asco.
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