La vida de Wesley Gibson es bastante patética: tiene un curro que odia y su mejor amigo está liado con su novia. Lo peor de todo es su actitud: no se enfrenta a los problemas que tiene. Se ha acostumbrado a una vida aburrida y sin emoción alguna... hasta que conoce a una mujer llamada Fox en un supermercado que pone patas arriba su mundo.
Demasiada violencia gratuita para mi gusto. Si ya que se son una élite de asesinos profesionales y su trabajo es matar a diestro y siniestro sin titubear pero hay escenas que se las podían haber ahorrado (seguir la bala salir de la pistola y ver la cabeza de uno estallar con todo lujo de detalles me parece desagradable). Cuando empieza su entrenamiento y lo torturan atado a un silla sin parar de darle por todo los lados para que aprenda a defenderse cuesta un poco de digerir. Me pensaba que sería más en plan cachondeo y nada serio pero es un poco de los dos ganando este último por goleada. Lo sorprenden de la película es que... ¡tiene argumento y todo!
Hay fantasmadas por supuesto (que la bala cambie de dirección es una de ellas o el destino y su forma peculiar de hacerse notar (¡pésimo!)). Pero lo que se lleva la palma de todo es cuando el protagonista se enfada con su mejor amigo y le da con el teclado de su ordenador y se puede ver una frase made in chulesca.
Lo poco que me gustó fue que el actor no es nada atractivo ni mide 2 metros: es un hombre físicamente normal y corriente.
Angelina está esquelética y da bastante asquito ver esos brazos a punto de romperse.
Comentarios
Por lo demás es del estilo del director. I te entretiene.
Felices fiestas!