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¡Olé! ¡Olé! ¡Y más olé! Esta serie hay que ponerla como mínimo en un pedestal. ¿Queréis motivos? ¡Pues allá voy!:
-Los personajes son tan cercanos y entrañables que son como si los conocieras de toda la vida y, para mí, no sobra ninguno. Mi favorito es Kouichi, ¡es tan mono y extraño! De los que hablan poco pero cuando lo hace da en el clavo. Momiji es adorable y tiene un toque alocado que me encanta. Me hizo mucha gracia cuando diseña los vestidos y Keito se interesa por ellos. He leído comentarios en foros y demás sobre la personalidad tan exagerada de Keito de estar tanto tiempo aislada del mundo y que es un pava de narices. Lo siento, pero no estoy nada de acuerdo. En un país tan competitivo y tan exigente como lo es Japón es normal que la pobre se quisiera esconder en un lugar tranquilo y seguro como es el hogar. Tampoco ayuda que tú única amiga te apuñale por la espalda y te deje más sola que la una.
Un punto para la nena cuando defiende al final del tomo a Rei. ¡Bravo chica!
-El precio de Planeta. Un DIEZ así de grande.
Desde este blog os ordeno inmediatamente que lo compréis.

Pequeña Sipnosis:
Keito Aoyama era una actriz cuando era niña pero un altercado en un musical hizo que su carrera acabase de forma radical. Con 16 años se ha pasado mucho tiempo en casa sin salir al exterior. Su vida no tiene sentido alguno y se siente vacía. Un extraño colegio con alumnos especiales hará que se relacione con ellos y espabile de una vez por todas. ¡Es hora de que afronte y supere su pasado!