Por su enfermedad (alergia a la luz solar) Santi es un chico solitario. Cuando empeora su madre decide llevárselo a un pueblo perdido en las montañas donde hay pocas horas de sol. Nada más llegar empiezan a morir personas y todas las sospechas recaen en él.
Sorpresa para una servidora. Fui sin muchas ganas (mi madre quería verla) y salía del cine más feliz que una lombriz. Sin ser la mejor historia del mundo si que resulta ser entretenida e interesante. No hay litros de sangre ni nada que te pueda dar verdadero miedo pero si que llega a inquietar. El chaval está bastante bien en su papel y me gustó que fuera un chico normal y corriente que se asustara cuando era comprensible y no se hiciera el típico heroe machote sin miedo a nada.
Os animo a verla.
Comentarios