Beth Raymond presencia la muerte de dos amigos suyos. Lo más raro de sus muertes son las llamadas que recibieron pocos dias de su fallecimiento donde se escuchaban sus propias voces gritando. La policía no le hace ni caso excepto el detective Jack Andrews, cuya hermana murió en las mismas circunstancias que los amigos de Beth. Juntos comienzan a investigar pero de pronto ella recibe una llamada perdida.
Si las películas originales son raras de por sí esta versión americana lo es aún más (que ya es decir). No da mucho miedo y cada dos por tres te pierdes en la historia (quién ha llamado a quién...). A lo mejor viéndola por segunda vez pillas más detalles y mejora (lo dudo).
Una película que ni fú ni fá.
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