Los Transformers son robots venidos del espacio, que, al destruir su propio planeta se dispersaron por toda la galaxia. Algunos están camuflados en al planeta tierra como aviones, coches y todo tipo de aparatos electrónicos. Su meta es encontrar el cubo, un objeto que guarda un enorme poder, que puede tanto utilizarse para el bien como para el mal.
La fui a ver con dos Sandras importantes en mi vida: mi hermana mayor y mi amiga.
Para mí lo mejor fueron los automóviles, eran flipantes (lo que se han tenido que gastar en ellos). Cuando se transforman es una pasada, se aprecia con todo lujo de detalles.
El cameo de Kill Bill no se me paso desapercibido (para no verlo) y me hizo bastante gracia.
Los personajes ya son otra historia, pasan a un segundo plano, si lo comparamos con los robots, que les quitan protagonismo desde el primer fotograma que salen. Shia Labeouf está normalito y la nena solo está para enseñar chicha (me gustaba más la rubia, al menos era inteligente). El que está bueno y nos alegra la vista a las féminas es el marine (no se como se llama, solo se que es el prota de la serie Las Vegas, mi hermana mayor es una gran fan). El perro es un amor, todo drogao con las pastillas y con la patita mala.
A veces los diálogos parecen escritos por un chaval de 15 años pero bueno, al menos te ríes un rato.
Llega a cansar algunas escenas que son demasiado largas y se hacen un poco pesadas.
La película no esconde su propósito: explosiones bien realizadas, batallas de robots gigantes y cachondeo. No hay más.
Me lo pasé muy bien viéndola.
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