Remake de una película terror japonesa: el novio de Mattie se suicida en su propia presencia. ¿Por qué? No puede dejar de preguntárselo. ¿Tan mal estaba a su lado? ¿Su vida era tan insoportable? A los pocos dias de su muerte, Mattie y sus amigos son invitados a visitar una web que, al otro lado de la pantalla se observan personas que, por lo que parece, están muertas. ¿Es una broma? ¿O una pesadilla? ¿Por que se ponen en contacto con ellos? ¿Que quieren de los vivos?
Desde hace meses que la esperaba (el género de terror es mi favorito). Había visto muchas veces el trailer y pintaba chula. El resultado fue: los anuncios nos toman el pelo como a chinos.
Siempre es lo mismo: un amigo de la prota es perseguido por un muerto, este lo atrapa y después muere. Otro y otro y otro. A penas hay ritmo en la historia (hasta que se cuelga su novio pasa una media hora bien larga) y lo que viene a continuación es un poco rollo. Lo que plantea resulta interesante (los muertos se adueñan de la tecnología del planeta para hacer lo que les venga en gana) pero el argumento se desinfla a lo largo de la película (¿por que no explican como han creado un aparato tan enorme capaz de que los fantasmas traspasen la electricidad? y, para rematar lo de la cinta roja, pésimo). En fin, lo que me gustó fue los tonos que utilizan, muy azulados eléctricos y oscuros. Algún que otro susto me pillé pero poco más. Y yo que pensaba que será la antecesora de The Ring (la americana), ¡ilusa de mí! Seguiré esperando.
Comentarios