Como ya hice con su antecesora, la ví entera en Buzz, los Martes y Jueves por la mañana.
La sección 9 vuelve a estar operativa para luchar contra el terrorismo. La primer ministro de Japón les pide ayuda para controlar una organización llamada "Los once individuales" que, parece ser, tienen alguna relación con los refugiados asiáticos.
Me gustó mucho más que la primera, pero muchísimo más (vamos, ni punto de comparación). Se nos cuenta algo más de los integrantes de la sección 9, y de su pasado (el capítulo que más me gusto fue el de la niñez de Motoko, contado por una anciana que tiene una tienda de recuerdos unos muñecos de un niño y una niña, sin saber que es ella la protagonista del cuento que está contando, ¡precioso!). Si en la primera serie Batou me enamoró en esta me enloqueció (cuando va a buscarla a la ciudad, mientras la están bombardeando sin pensar si quiera en su vida me encantó, ¡que tío más cojonudo!). La animación es, para ser un anime bastante buena (al menos a mí me lo pareció). Los Tachikoma en ocasiones llegan a cansar con sus conversaciones tan "filosóficas" y cuestionando si tienen alma o no o si pueden morir y si es así si van al cielo al infierno o a la red.
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