En un futuro no muy lejano, las mujeres no pueden tener hijos y, por tanto, el mundo está sucumbido en el caos. Acaba de morir el habitante de la tierra más joven, con 18 años y la posibilidad de la extinción de la raza humana cada vez está más próxima.
Londres, donde las sectas nacionalistas están a la orden del día, Theo (nuestro protagonista) se reencuentra con un viejo amor y, tendrá en sus manos salvar la última esperanza del mundo, una chica de color embarazada, la primera en muchos años.
Fui a verla con mi hermana mediana (estaba pasando una mala época) y salimos más depresivas de lo que entramos. Es una película dura, brutal en muchos aspectos y con imágenes que perduran en la mente del espectador (el ataque del coche, donde muere un personaje en cuestión de segundos, el final trágico de la mujer que protege a la embarazada...).
La interpretación de Michael Caine es sublime, se los come a todos con patatas fritas (y eso que Moore y Owen no se quedan cortos).
Una historia que da mucho que pensar, ya que crea muchos conflictos, una de ellas una que parece muy simple, ¿vale la pena poner tantas vidas en juego por un simple bebé? Lo que no es tan fácil es la respuesta. Cuando estábamos esperando a mi padre que nos viniera a recoger con el coche mi hermana y yo lo debatiamos, mi opinión era que no valía la pena, la suya que sí.
Una película no apta para gente sensible o depresiva (lo digo en serio).
Comentarios
Eso pasó de verdad, esas atrocidades se han hecho. Esto da que pensar señores, de que como sigamos a este paso...
Yo creo que sí que mereció la pena, siempre merece la pena luchar por la esperanza que todos creen. La mejor escena cuando está el tiroteo y todos paran cuando ven a la niña. Se me pusieron los pelos de punta, en serio...
Un saludo.