Últimamente voy a ver muchas películas un poco más "infantiles". La última de ellas ha sido
La Increíble (¡pero cierta!) Historia de Caperucita Roja. De todas las que he visto esta es la que más me ha gustado con diferencia. El famosísimo cuento de Caperucita Roja pero en versión moderno: un ladrón está robando a los ciudadanos sus recetas secretas y estos se quedan arruinados y no les queda más remedio que irse a otro sitio para buscarse la vida. Caperu está preocupada por el negocio de su abuelita (hace los mejores pastelitos de todo el mundo) e intentará proteger el libro de recetas a toda costa. Un día va a verla a su casita pero resulta que su abuelita está bastante cambiada, tiene orejas grandes, garras y habla sin mover los labios. Resulta que es el lobo disfrazado. La abuelita sale de un armario atada de la cabeza a los pies, un leñador rompe el cristal de la ventana; todos se ponen a gritar... ¿qué está pasando? ¿por que la policía se sospecha de ellos y les interroga? Uno de ellos es el ladrón y la rana-inspector quiere saber la verdad de todo ese asunto y encarcelar al culpable.
Me reí mucho y mi parte favorita es cuando la cabra lo dice todo cantando (con voz de cabra, naturalmente).
Lo que me gustó es que cada personaje comenta su versión de la historia y se vayan entrelazando entre ellas.
La animación es correcta sin ser una maravilla.
Algo muy curioso: la rana-inspector tiene la voz de Horatio, jajajajaja, ¡menudo puntazo! Era como verlo a él rodeado de animales.
Lo único malo que le encontré fue la voz de Caperu y que enseguida sabes quién es el responsable de los robos pero aún así disfruté mucho viéndola.
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