Ayer por la tarde fui con mi hermana mayor al Carrefour, ya que en un catálogo salía que por pocos euros vendían un cd musical de OBK (grupo que le encanta). Ya lo teniamos pero estropeado (se lo cargó la mini cadena). Compramos el libro La danza de la muerte (continuación de La mano del diablo, aventuras del agente especial Pendergast (¡me encanta este tío)). Si, ¡lo sé!, ¡otro libro para la lista de futuras lecturas! En la sección de dvd's la edición especial del Quinto Elemento (una película de mis favoritas). ¡Pá la saca! Después cosas para comer, y una toalla pequeñita para mi perro, para secarlo en los dias de lluvia y barro.
El día anterior había hablado por el messenger con mi amiga Sandra y me dijo que el lunes trabajaba y yo le dije que si la veía le haría una visita. Fuimos a todas las cajas a ver si la encontrábamos y yo le comentaba a mi hermana mayor:
-Esta no es, muy morena.
-Tampoco esta, muy alta.
-Ni de coña es esta, muy vieja.
Así hasta que ví una chica muy guapa trabajando como una esclava y le dije a mi hermana:
-¡Bingo!
Me vió y la saludé, esperando a que fuera nuestro turno para pagar. El hombre que iba delante nuestra (un asiático para ser exactos) empezó a sacar un fajo de billetes que me dejó con la boca abierta (los más pequeños eran de 20 euros). Ya pagó el hombre y pudimos hablar un ratito, le presenté a mi hermana mayor y hablamos de cosita: que ya había cobrado (¡menuda envidia!), si ya había empezado el libro de Potter, etc...
Nos despedimos y nos fuimos. Sandra nos dio tres targetitas de una promoción que estaban haciendo (ese que es un carro gratis por minuto). Las pusimos en la máquina y no nos tocó ni un vale descuento ni de tres euros, ¡joé! ¡yo hubiera sido feliz solo con ese!
Fuimos a un bar y merendamos. Después cogimos el bus y nos paramos en el Corte Ingles ya que la tarde aún no había acabado...
El día anterior había hablado por el messenger con mi amiga Sandra y me dijo que el lunes trabajaba y yo le dije que si la veía le haría una visita. Fuimos a todas las cajas a ver si la encontrábamos y yo le comentaba a mi hermana mayor:
-Esta no es, muy morena.
-Tampoco esta, muy alta.
-Ni de coña es esta, muy vieja.
Así hasta que ví una chica muy guapa trabajando como una esclava y le dije a mi hermana:
-¡Bingo!
Me vió y la saludé, esperando a que fuera nuestro turno para pagar. El hombre que iba delante nuestra (un asiático para ser exactos) empezó a sacar un fajo de billetes que me dejó con la boca abierta (los más pequeños eran de 20 euros). Ya pagó el hombre y pudimos hablar un ratito, le presenté a mi hermana mayor y hablamos de cosita: que ya había cobrado (¡menuda envidia!), si ya había empezado el libro de Potter, etc...
Nos despedimos y nos fuimos. Sandra nos dio tres targetitas de una promoción que estaban haciendo (ese que es un carro gratis por minuto). Las pusimos en la máquina y no nos tocó ni un vale descuento ni de tres euros, ¡joé! ¡yo hubiera sido feliz solo con ese!
Fuimos a un bar y merendamos. Después cogimos el bus y nos paramos en el Corte Ingles ya que la tarde aún no había acabado...
Comentarios
BUENO GUAPA DISFRUTA DE LAS COMPRAS!!
Pues yo no me acostumbro,será que estoy pelá y cuando veo a alguien con el fajo de dinero me da una envidia,jejeje.
¡Gracias tía!