Ayer al estar todas las grandes superficies abiertas, aprovechamos mi hermana mediana y yo para comprar los últimos regalos de navidad (el de mi padre y el de mi hermana mayor) y un par de cositas más. Decidimos ir a Al Campo (no confundir con la naturaleza). Cogimos el tren y nos paramos en medio del descampado. 15 minutos andando dando vueltas estúpidas(ya que no se puede ir recto a pie). ¡Por fin llegamos! Entramos dentro del centro comercial y,¡ problemas!¡No hay carros! Le preguntamos a un poli y nos dice que están fuera (con el puto frío que hacía ayer). Salimos y nuestra misión es encontrar un carro. 5 minutos para encontrar uno (o no había o los que había estaban rotos). Volvemos a entrar.¡ Gente! ¡Mucha gente! ¡Muchos niños como locos! ¡Queriendo que sus padres les compren de tó!
Sabemos lo que ya vamos a comprar y ponemos rumbo a las compras. El regalo de mi hermana: un cd portatil.¡ Conseguido! Una peli en dvd que quería mi padre.¡ Conseguido! Algo de comer (no muchas, cuatro cosas), el regalo para mi perro y lo más sorprendente (sobretodo para cargar con él).¡ Un jamón entero! Mi madre quería uno y ese estaba bien de precio y mi hermana mediana insistió y yo dije: ¡pues venga! ¡A por él! Cogimos el que más nos gustó (todos parecían iguales) y fuimos a pagar. Nos despacharon muy deprisa.
Ahora tocaba otra misión:la de empaquetar regalos. Toda la gente pegándose por encontrar sitio en el papel de regalo. Después de unos 10 minutos intentando que el paquete quedara bien lo conseguimos. Ahora quedaba lo más difícil: regresar a la estación de tren y acarrear el jamón. Como no ibamos bien de tiempo (biene un tren cada 40 minutos) mi hermana decidió llevarse el carro con las cosas dentro y cuando quedaran pocos metros para llegar acarrearlo nosotras. Ya te ves: con el carrito en esas calles tan pequeñitas y tan bien construidas (en tono de coña,se entiende). Otros 15 minutos de camino con el ruido espantoso del carrito. Llegamos justo. Ya que a los pocos minutos llegó uno (no me dió tiempo ni a sentarme en ningún banco). ¿Quién se levó el jamón?¡ Yo naturalmente! Cogimos sitio,todo el mundo nos miraba con el jamón y nos sentamos. A los 15 minutos llegamos a Palma.¡ Fiesta! Otra vez con el jamón. Aún nos faltaban por comprar cosas decorativas de navidad (queríamos comprar un Papa Noel que se cuelga de las ventanas, pero en Al Campo ya no quedaban). ¡Fuimos a una tienda de chinos! Yo con mi jamón abrazándolo (llevaba bolsa y no pringaba) como si fuera un bebe, ya que de otra forma me dolía mucho el brazo. Fuimos a la tienda y para decidirnos (ya que había muchos modelos distintos) otros 10 minutos. ¡Por fin cogimos uno! Lo pagamos y volvemos a salir. Ahora si, con destino a casa.Y o ya no podía más y nos turnamos. Ahora mi hermana llevaba el jamón. ¡Todos nos miraban! ¿Que la gente nunca ha visto en su vida un jamón? ¡Yo tenía miedo de que nos atracasen! Estabamos a medio camino y vimos a cuatro hombres que también llevaban un jamón. ¡Nos saludamos como si nos conociéramos de toda la vida!
Llegamos a casa reventadas y mi madre se puso muy contenta con el jamón ya que quería uno pero no sabía que lo ibamos a traer (no lo sabíamos ni nosotras). Mi perro al ver como montábamos el Papa Noel casi el da un infarto. ¡No le gustó nada! Bajamos al patio para ver como quedaba y el resultado era ¡genial!
Cenamos un poco del famoso jamón y valió la pena la aventura. ¡Muy bueno!
Y así acaba esta odisea.
Sabemos lo que ya vamos a comprar y ponemos rumbo a las compras. El regalo de mi hermana: un cd portatil.¡ Conseguido! Una peli en dvd que quería mi padre.¡ Conseguido! Algo de comer (no muchas, cuatro cosas), el regalo para mi perro y lo más sorprendente (sobretodo para cargar con él).¡ Un jamón entero! Mi madre quería uno y ese estaba bien de precio y mi hermana mediana insistió y yo dije: ¡pues venga! ¡A por él! Cogimos el que más nos gustó (todos parecían iguales) y fuimos a pagar. Nos despacharon muy deprisa.
Ahora tocaba otra misión:la de empaquetar regalos. Toda la gente pegándose por encontrar sitio en el papel de regalo. Después de unos 10 minutos intentando que el paquete quedara bien lo conseguimos. Ahora quedaba lo más difícil: regresar a la estación de tren y acarrear el jamón. Como no ibamos bien de tiempo (biene un tren cada 40 minutos) mi hermana decidió llevarse el carro con las cosas dentro y cuando quedaran pocos metros para llegar acarrearlo nosotras. Ya te ves: con el carrito en esas calles tan pequeñitas y tan bien construidas (en tono de coña,se entiende). Otros 15 minutos de camino con el ruido espantoso del carrito. Llegamos justo. Ya que a los pocos minutos llegó uno (no me dió tiempo ni a sentarme en ningún banco). ¿Quién se levó el jamón?¡ Yo naturalmente! Cogimos sitio,todo el mundo nos miraba con el jamón y nos sentamos. A los 15 minutos llegamos a Palma.¡ Fiesta! Otra vez con el jamón. Aún nos faltaban por comprar cosas decorativas de navidad (queríamos comprar un Papa Noel que se cuelga de las ventanas, pero en Al Campo ya no quedaban). ¡Fuimos a una tienda de chinos! Yo con mi jamón abrazándolo (llevaba bolsa y no pringaba) como si fuera un bebe, ya que de otra forma me dolía mucho el brazo. Fuimos a la tienda y para decidirnos (ya que había muchos modelos distintos) otros 10 minutos. ¡Por fin cogimos uno! Lo pagamos y volvemos a salir. Ahora si, con destino a casa.Y o ya no podía más y nos turnamos. Ahora mi hermana llevaba el jamón. ¡Todos nos miraban! ¿Que la gente nunca ha visto en su vida un jamón? ¡Yo tenía miedo de que nos atracasen! Estabamos a medio camino y vimos a cuatro hombres que también llevaban un jamón. ¡Nos saludamos como si nos conociéramos de toda la vida!
Llegamos a casa reventadas y mi madre se puso muy contenta con el jamón ya que quería uno pero no sabía que lo ibamos a traer (no lo sabíamos ni nosotras). Mi perro al ver como montábamos el Papa Noel casi el da un infarto. ¡No le gustó nada! Bajamos al patio para ver como quedaba y el resultado era ¡genial!
Cenamos un poco del famoso jamón y valió la pena la aventura. ¡Muy bueno!
Y así acaba esta odisea.
Comentarios
Cada día de estas fechas (sobre todo los fines de semana) son una odisea. Entre la maraña de gente, los niños, todos con prisa y corriendo, el gasto...
Bueno, parece que al final te salió bastante bien la cosa :P
Normalmente para llegar el centro de Palma son unos 10 minutos.Ahora con la gente que ahi por la calle tardo 30 minutos.
Sí,afortunadamente todo salió bien.
Si,por suerte o por desgracia está basado en echos reales.