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Crónica Salonera 2014

Como ya os he dicho en el post anterior, esta crónica será más cortita, sobretodo en fotos ya que fuimos de un lado a otro como locas, por falta de tiempo, por que el horario de vuelta del avión no era el más apropiado para poder tomarse las cosas con calma (y también por perderme por los alrededores buscando la Chibi Dolls Party).

Nos levantamos a los 4 de la mañana. Pillamos el avión y aterrizamos en Barcelona. Bus y nos plantamos en Plaza España. Las ocho menos y pico, dejo a mi hermana haciendo cola (enorme) y yo voy a buscar mi acreditación. Hasta las 9 nada que  rascar. Espero un poco mientras veo a la gente pasar y preguntar una y otra vez al mismo hombre de Ficomic donde se va para entrar con la entrada en la mano.
Por fin me la dan, entro más feliz que una perdiz. Y espero a mi hermana. No viene, no viene, no viene. La llamo por si acaso se ha perdido o ha pasado algo. Me dice que la cola no se mueve. 30 minutos después la veo cruzar la entrada.
 ¡Como mola el rincón de Obata!

 ¡Estoy por poner mi casa así!


Vamos al stand de Selecta, gastamos pelas y damos la primera vuelta por el recinto. En una de estas, estamos mirando llaveros que ¡PU!, la luz se va a tomar por culo. Nos ponemos a aplaudir. La gente de los stands con los pelos tiesos. El cansancio empieza a aflorecer. Al ver el poco éxito con las muñecas (¡mi gozo en un pozo!) decido que ya es hora de abandonar el recinto e irme a la Chibi Dolls Party. Después de perderme y dar vueltas como una imbécil, decido hacer de exploradora un poco más... esta vez con éxito.
El llugar era cuco, con pocos stands pero con muchas cositas expuestas y todo bien colocadito. En  Dolls.MOE compré a Maretti que me enamoró a primera vista (si, lo mismo que me ocurrió con Ciel). La compré con toda la ilusión del mundo y regresé. Después de llamar una decena de veces a mi hermana sin respuesta, me tiré en el suelo delante del stand de Selecta a descansar un poco y, por que no decirlo, a contemplar embobada a mi nueva niña. Por fin me llama y le digo el punto de reunión. Ya nos vamos a comer que estábamos a punto de desmayarnos (hablo por mi, no podía dar un paso más).


 Riéndose de mi: Moe, ¡te has quedado sin mi firma! Jejejeje.

Después de comer y recuperar fuerzas (¡bendita Coca Cola y su cafeina!) pusimos rumbo a la charla de Inoue. Al estar lejos de los altavoces no se escuchaba un carajo, pero nada de nada. Se acoplaba con lo de Pokemon, y me dió una rabia tremenda. No fui la única cabreada, todos a mi alrededor decían lo mismo. Los únicos que estaban satisfechos fueron los que estaban en las sillas con los altavoces al lado (bien por ellos). Así que una vez hechas unas fotitos nos fuimos (total, para estar de pie tiesas sin entender ni jota lo que decían, para eso hacemos algo de provecho, como ir a mear y descansar).


¡Un Pikachu gigante!

Después de que la gente en la conferencia se fuera y dejara las sillas libres, mi hermana y yo pillamos sitios para ver la de Norma. Pasa el tiempo. La de CineAsia es interesante pero a veces no se escuchaba bien lo que decían. 
Toca la de Norma y por mi parte ninguna que me llamara la atención, no sé, salía bastante fría.
Cogimos taxi y fuimos al aeropuerto. Avión y regresamos a casa.

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